miércoles, 22 de octubre de 2008

¿Cuáles son los límites?

Dentro del sistema de valores de occidente la inteligencia tiene un lugar primordial. En un reciente artículo de El país se hace referencia a que una quinta parte de los científicos encuestados por la revista Nature reconocen que se dopan para mejorar sus habilidades cognitivas:


Me parece muy extraño este asunto. ¿Cuáles son los límites? En el mundo del deporte la sociedad ha ido planteando algunas fronteras: si nos enteráramos de que Usain Bolt estuvo dopado durante esos increíbles 100 y 200 metros en los últimos juegos olímpicos ya no estaríamos tan dispuestos a admirar al jamaiquino. Claro, si un científico o un equipo de investigación logran determinar cómo se cura el cáncer o incluso encuentran la vacuna contra la malaria, ¿qué carajos importa que se haya (n) dopado, así en los premios Nobel demuestren que en efecto ese científico o equipo lo estaban? Hay otra forma de plantear la misma pregunta, aunque entremos en otra área, las distancias entre arte y ciencia: ¿Habría que quitarle el premio Nobel de literatura a Gabriel García Márquez si se descubriera que estaba dopado, drogado, o alucinogenado (vaya palabra) mientras escribía?


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