Me parece muy extraño este asunto. ¿Cuáles son los límites? En el mundo del deporte la sociedad ha ido planteando algunas fronteras: si nos enteráramos de que Usain Bolt estuvo dopado durante esos increíbles 100 y 200 metros en los últimos juegos olímpicos ya no estaríamos tan dispuestos a admirar al jamaiquino. Claro, si un científico o un equipo de investigación logran determinar cómo se cura el cáncer o incluso encuentran la vacuna contra la malaria, ¿qué carajos importa que se haya (n) dopado, así en los premios Nobel demuestren que en efecto ese científico o equipo lo estaban? Hay otra forma de plantear la misma pregunta, aunque entremos en otra área, las distancias entre arte y ciencia: ¿Habría que quitarle el premio Nobel de literatura a Gabriel García Márquez si se descubriera que estaba dopado, drogado, o alucinogenado (vaya palabra) mientras escribía?
miércoles, 22 de octubre de 2008
¿Cuáles son los límites?
Dentro del sistema de valores de occidente la inteligencia tiene un lugar primordial. En un reciente artículo de El país se hace referencia a que una quinta parte de los científicos encuestados por la revista Nature reconocen que se dopan para mejorar sus habilidades cognitivas:
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